Paisaje en Reserva. Estructura metálica desarmable, pintura de poliuretano, pernos de anclaje, pernos hexagonales, baliza luz roja. 2,5 x 2,5 x 10 metros. 2009. Galería MORO Arte Contemporáneo.
El proyecto Paisaje en Reserva del artista Cristián Salineros F. esta desarrollado en torno al imaginario de las torres de alta tensión, en su lógica de conectividad, la constitución de paisaje, el transporte de energía, y en las estructuras sociales y gubernamentales asociables a estas estructuras.
Las torres componen un sistema orgánico que se establece a partir de la red en que ellas se ubican y de las conexiones entre espacios que construyen territorios casi inmensurables. Estas estructuras se desplazan por el paisaje descolgándose de los cerros para penetrar la ciudad como una irrupción de mega estructuras totémicas llenas de significados transversales, tanto políticos como sociales.
Los sistemas constructivos de estas estructuras proponen el enunciado de una práctica nómade, pero que sin embargo se instalan inamovibles como hitos territoriales, que, tanto en el paisaje como en la ciudad determinan las lecturas del espacio en que se emplazan.
La situación constructiva de estas estructura resulta un tema interesante en la lógica paradigmática que nos permitiría romper con la relación de red, y a su ves reinterpretar los significados de esta estructura en una lógica unitaria y en sus distintos contextos, estableciendo tensiones tanto formales (pesos, estructuras, cromatismos, situaciones matéricas, emplazamiento, gravedad, calculo, etc.) como también en los paradigmas referenciales ligados a la estratificación social, y las comunes locaciones en las que estas mega estructuras se encuentran. Establecer estas relaciones desde la sala de exhibición propone en si una estrategia de entropía, y rebela las lógicas condicionadas de la orgánica de red, pero que desde la galería se establecen como una situación unitaria, relacionándose con el observador, generando un territorio común basado en el imaginario que cada una de estas torres propone.
La dinámica de tensión no esta dada a partir de su conductividad y su eminente resonancia, sino que desde su emplazamiento (horizontal), que establece en sí un punto critico, sin embargo no es su estabilidad la que esta en cuestionamiento, sino que la lectura lógica que ésta debiera tener tanto en el paisaje como con en el espacio de la ciudad, y la puesta en crisis del sistema al cual las torres pertenecen, proponiendo un contexto nuevo que cruza los sistemas sociales y la estratificación de ellos.
Someter una estructura de carácter vertical y de marcada presencia estructural a una situación critica, supone también la puesta en cuestión de las instituciones y del precario equilibrio en el que se sitúan, en el entendido que las súper estructuras sociales como ordenamiento y funcionalidad habitan en un contexto político sensible y permeable a las inclusiones que podrían corroer las estructuras que la soportan.
Cristián Salineros F. dispone en la sala grande de la galería una estructura de una torre de alta tensión que mide 10 metros de largo, con una base cuadrada de 2,5 metros, lo inquietante de esta situación es que la torre esta instalada no de manera vertical sobre el piso (como supone la lógica), si no que en el muro oriente (cordillera), ésta gran estructura se mantiene suspendida de manera horizontal en todo el espacio de la galería, trastocando la lógica de emplazamiento de estas torres, y de paso generando la incertidumbre y desorientación del observador. La estructura metálica esta sometida a una constante y agotadora tensión, planteando de esta manera la inminente fatiga de las instituciones.
Por otro lado la parte superior de la torre ha cambiado su forma original para utilizar el espacio de la sala con mayor precisión y permitir al observador recorrer la obra, e incluso “ingresar” a ella.
Por otro lado la parte superior de la torre ha cambiado su forma original para utilizar el espacio de la sala con mayor precisión y permitir al observador recorrer la obra, e incluso “ingresar” a ella.
En la sala pequeña se han dispuesto una serie de torres que, con una escala notoriamente menor ilustran las diversas posibilidades que estas estructuras le otorgan al artista para modificar y proponer desarrollos espaciales a partir de ellas, como así también se incluyen de una serie de gofrados que desarrollan el imaginario en torno a este proyecto.
Créditos fotográficos / Álvaro Mardones