Ser lugar – Semillas. Madera y remaches. Dimensiones: 5,30 x 3,10 x 3,10 mt, cada una, ocupación aproximada 155 mt cuadrados. 2000. Museo de Arte Moderno, M.A.M., Chiloé, Chile
El proyecto “Ser lugar – Semillas” fue realizado para el Museo de Arte Moderno de Chiloé M.A.M.
Este trabajo se baso en la investigación in situ de los distintos métodos constructivos propios del archipiélago de Chiloé, que por su condición de isla mantiene una arraigada cultura que ha permitido que se mantengan una riqueza de sistemas constructivos ligados a las propiedades de los materiales que la naturaleza ofrece.
Hay que destacar la gran variedad de maderas y de fibras vegetales que existen en estas islas, grandes bosques y una gran variedad de arbustos, como también una gran riqueza marítima.
Estas riquezas naturales han permitido desarrollar y mantener una cultura constructiva que pone especial acento en la carpintería y en la cestería. Ambos sistemas de construcción participan en este proyecto; por un lado toda la imaginería de la cestería y su fecunda producción de objetos domésticos y serviles como: canastos, bolsas, objetos de almacenamiento, canastos para exprimir manzanas, sacos para la recolección de productos del mar y de la siembra, representación de seres mitológicos, artesanías, etc., y por otro lado la carpintería de borde, que es la construcción de embarcaciones marítimas (de madera) que se desarrolla precisamente en el borde costero de las islas y que gracias a las cualidades técnicas de las maderas se realiza por medio del cocimiento en agua hirviendo generando de esta manera las curvaturas necesarias para la construcción de las envarcaciones.
Ambas manifestaciones socioculturales además de construir -como ya señale anteriormente- objetos y embarcaciones, construyen también una riqueza de lenguajes y experiencias que van intrínsicamente aplicadas a las labores propias de estos sistemas constructivos.
Las riquezas naturales que contiene este archipiélago y que proveen en gran parte el sustento económico a las islas, genera, ya sea por la vía de la comercialización de sus productos, como también por el desarrollo del turismo, una especie de envoltorio que permite contener y mantener su sistema cultural y social.
Estas riquezas naturales han permitido desarrollar y mantener una cultura constructiva que pone especial acento en la carpintería y en la cestería. Ambos sistemas de construcción participan en este proyecto; por un lado toda la imaginería de la cestería y su fecunda producción de objetos domésticos y serviles como: canastos, bolsas, objetos de almacenamiento, canastos para exprimir manzanas, sacos para la recolección de productos del mar y de la siembra, representación de seres mitológicos, artesanías, etc., y por otro lado la carpintería de borde, que es la construcción de embarcaciones marítimas (de madera) que se desarrolla precisamente en el borde costero de las islas y que gracias a las cualidades técnicas de las maderas se realiza por medio del cocimiento en agua hirviendo generando de esta manera las curvaturas necesarias para la construcción de las envarcaciones.
Ambas manifestaciones socioculturales además de construir -como ya señale anteriormente- objetos y embarcaciones, construyen también una riqueza de lenguajes y experiencias que van intrínsicamente aplicadas a las labores propias de estos sistemas constructivos.
Las riquezas naturales que contiene este archipiélago y que proveen en gran parte el sustento económico a las islas, genera, ya sea por la vía de la comercialización de sus productos, como también por el desarrollo del turismo, una especie de envoltorio que permite contener y mantener su sistema cultural y social.
Mi interés fue el de realizar esa investigación de los sistemas constructivos que inconscientemente contienen una trama sociocultural muy compleja pero extremadamente interesante, y como aplicar esos sistemas y métodos de construcción (con todos los ”ritos” que ellos implican) al desarrollo de un proyecto que permitiera trabajar y rescatar la imaginería y el lenguaje de la carpintería de borde y la cestería, poniéndolos a disposición del lenguaje de las artes visuales.
De esa manera es que realicé una seriación de tres objetos orgánicos que operan con la simbología del huevo como forma primaria, como forma básica, como forma original y contenedora, como formas propias del espacio contextual que habitan.
De esa manera es que realicé una seriación de tres objetos orgánicos que operan con la simbología del huevo como forma primaria, como forma básica, como forma original y contenedora, como formas propias del espacio contextual que habitan.
Se realizaron 3 objetos-huevos los que fueron dispuestos en la explanada de acceso al museo, estableciendo una relación con el paisaje natural, como así también con el paisaje arquitectónico.
Las obras fueron construidas con madera de Alerce, y la construcción fue realizada de la misma manera que se realiza la carpintería de borde, el entramado de los tres objetos-huevos fue concebido a partir de la imaginería de la cestería y la urdiembre propia de este sistema.
Las obras fueron construidas con madera de Alerce, y la construcción fue realizada de la misma manera que se realiza la carpintería de borde, el entramado de los tres objetos-huevos fue concebido a partir de la imaginería de la cestería y la urdiembre propia de este sistema.
La construcción de estos objetos tubo una duración aproximada de seis meses.
Créditos fotográficos: Cristián Salineros F.